«Como psicoterapeuta en ejercicio y como profesora y formadora de psicoterapeutas, Ruella Frank también se preocupa, como debe hacer un terapeuta, por esos giros en el camino por el que viaja el desarrollo humano que pueden bloquear, fijar o impedir de otro modo la integración del movimiento y la del self, el bailarín y la danza, desde el inicio. Idealmente, el dar-y-recibir entre un niño y su progenitor apoya el desarrollo autorregulador del niño de una danza expresiva de la vida entre las relaciones desde entonces hasta la edad adulta. Pero cuando los propios movimientos del progenitor inciden demasiado, o con una respuesta insuficiente, o de otras formas hirientes en el niño, es probable que el resultado convierta la capacidad del niño para los movimientos espontáneos y cada vez más autorregulados en movimientos habitualmente rígidos y repetitivos. Tanto los niños como los adultos retrocederán o se blindarán, para huir o luchar, como dice la psicología, cuando la necesidad es de autoprotección, y por lo general lo que el niño aprende a modo de autoprotección se transmite al adulto. Aquí es donde la terapia puede jugar un papel crucial.» (Prefacio por Michel Vincent Miller)
«A diferencia de sus dos libros anteriores, esta vez, los movimientos fundamentales están seguidos de preposiciones para explicar más detalladamente a qué se refiere Ruella con cada uno de estos seis patrones.
(…)me gustaría decir que a lo largo de todo el libro, sin hacer una mención directa a nuestra teoría de la Terapia Gestalt, Ruella pone de manifiesto los principios básicos de nuestra teoría: la intencionalidad de contacto, el proceso-de-contacto, el valor de la fenomenología, la necesidad de otro para poder ser yo, y un largo etc. que no tiene sentido enumerar en este momento. No soy yo quién para decirlo pero si Laura Perls siguiera viva, se sentiría orgullosa de ver la trayectoria humana y profesional de Ruella a lo largo de los años.» (Introducción de Carmen Vázquez Bandín)